sábado, 15 de septiembre de 2012

Lo que Carlos Jean me enseñó

Hace unas semanas asistí a un encuentro de jóvenes emprendedores en Vigo. No pude asistir a todas las charlas, pero tenía mucho interés en escuchar a los dos invitados estelares: Jesús Calleja  y Carlos Jean.

A la charla de Carlos Jean sobre su plan B y el trabajo en red, no llegué, pero sabía que al mediodía iba a estar pinchando en la comida.

Llegué, al entrar ví el cartel con la foto de Carlos y escuché de fondo una música pegadiza.

Subí las escaleras y, en el primer piso, me encontré con una reunión animada de emprendedores, tomando algo de pie y charlando.

Avancé hacia el centro y para mi asombro, allí estaba Carlos Jean pinchando en una mesa, concentrado en su trabajo.

El mismo Carlos Jean productor de cantantes famosos, el mismo que vemos en el hormiguero varios millones de personas, el mismo mito, estaba pinchando en la comida de unas doscientas personas, con la misma profesionalidad y concentración que si lo estuviese haciendo en una discoteca ante 5000 fans.

Cogí algo de beber y me quedé observando y sacando unas fotos a Carlos. Mucha gente a su alrededor estaba mirando hacia otro lado, hablando de sus cosas, saludando a conocidos. El en su mesa estaba serio, moviéndose sobre los platos, concentrado en su trabajo, profesional.

Hablo con muchos empresarios que comentan que en España necesitamos muchos más profesionales. De todo. Da igual de la profesión que hablemos. Hacen falta profesionales. Estoy de acuerdo.

Personas que amen su profesión, que la conozcan a fondo, se formen permanentemente, sean responsables y honestos. La suma de muchos profesionales puede mejorar mucho la vida de todos.

Asombrado, no podía quitarle la vista de encima a Carlos.

Allí seguía él, con la mirada fija en los platos, agachándose, regulando algo en la mesa.

 Seguramente esa misma entrega, esa misma ilusión y profesionalidad le ha llevado a estar donde está.

Me acerqué a él y le comenté:

" Carlos, tu pinchas igual ante mil personas que en una reunión pequeña como esta, eh"

"¿Por qué lo dices?", contestó " Si esto está muy bien.." dijo sonriendo.

Puedo interpretar que le daba igual el número, para él eran personas que le estaban escuchando y en ese momento a ellos debía su esfuerzo.

Después me tuve que ir a una visita con un cliente, no pude ir a las charlas de la tarde, pero yo ya le había sacado suficiente partido a la reunión de emprendedores.

La lección me la dió Carlos Jean, un ejemplo de lo que hace mucho tengo claro que hace falta para triunfar y estar satisfecho en tu profesión:

La importancia de ser un PROFESIONAL.


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